domingo, 27 de septiembre de 2009

¿Necesitaba Hitler a la Psiquiatría alemana o la Psiquiatría alemana requería de Hitler?: El genocidio nazi de los pacientes psiquiátricos


El concepto de “supervivencia del más fuerte” NO pertenece a Charles Darwin sino al Social-Darwinismo que fue una forma en que algunos filósofos y sociólogos trataron de aplicar a los sistemas culturales humanos una interpretación distorsionada del concepto de evolución natural.

El Social-darwinismo fue elaborada por el filósofo inglés Herbert Spencer que planteaba que los grupos humanos deben competir entre sí para sobrevivir y que por lo tanto las razas “superiores” son las más aptas para lograrlo.
Darwin recibió estas ideas de Spencer con gran escepticismo y por este motivo muchos autores plantean que sería más correcto denominar a esta corriente de pensamiento como “Social-Spencerismo”.
El Darwinismo “real” planteó una visión biológica en la cual la evolución es básicamente la transmisión de generación en generación de la adaptación al medio ambiente.
Desde esta óptica las heterogeneidades entre las especies están directamente correlacionadas con su habilidad para sobrevivir.
Así las diversidades (diferencias – adaptaciones) entre las especies están relacionadas con los factores geográficos. Los organismos mejor adaptados a su ambiente ganan ventajas para sobrevivir y las transmiten genéticamente a sus crías.
TODO este concepto de Darwin es resumido por Spencer en la “supervivencia del más fuerte” y es aplicado a los humanos con la conclusión de que las razas “blancas” evolucionaron mucho más rápidamente que las demás.
¿Cuál sería la reacción de Spencer al conocer lo que plantea el estudio actual del genoma humano en el sentido de que TODOS los humanos somos genéticamente africanos?

No contento con estas afirmaciones, Spencer lo lleva un paso más allá e interpreta que el más fuerte es aquel que puede acumular más dinero y status social, y que los más adinerados son entonces los que están “elegidos” para dominar.
En su criterio la selección natural favorece a los individuos superiores para que sobrevivan.
Continúa Spencer diciendo que los miembros débiles de la sociedad caen en la pobreza y que para que la Humanidad progrese es necesaria la competencia entre estos dos grupos sociales. Las sociedades “iluminadas” deben permitir que los pobres mueran de manera de no debilitar el “stock” racial.
Estas opiniones no cayeron en saco roto e influyeron en la Inglaterra del siglo XIX en la conducta (pasiva) a tomar frente a la mortalidad que producía la Tuberculosis entre la clase trabajadora.
El Social-Darwinismo ganó un gran apoyo en ciertas esferas políticas y fue utilizado para justificar el imperialismo, el laissez faire, el racismo y el nacional-socialismo.
Fue utilizado por los teóricos del nazismo para aplicar el concepto de Eugenesia, poderosamente impregnada de la idea de que el “débil” (otras “razas”, los pobres, los enfermos mentales, etc., etc.) transmite sus características “indeseables” a las próximas generaciones.
El racismo fue el eje teórico del nacionalsocialismo y su base fue una interpretación vernácula de la Teoría de la Evolución de Darwin.
Esta lectura del darwinismo fue la “máscara” científica del nazismo.

En esta visión tan particular del “Social-Spencerismo” todo intento de proveer bienestar a los pobres es un error trágico.
Alimentar y dar techo a la población más desprotegida sólo permitirá su supervivencia y la transmisión de sus “debilidades” a sus hijos.
Desde esta perspectiva la “inferioridad” es hereditaria y en sintonía con esta idea se intentó demostrar que existían “familias” de criminales, alcohólicos y prostitutas.

Apoyados en este basamento teórico fue fácil para algunos pensadores sociales darle un contenido moral a la noción del más fuerte de manera tal que las razas que sobrevivían estaban moralmente justificadas.
Así la doctrina de la selección natural fue fácilmente asimilada por C. Gobineau quien publicó en 1853 un ensayo titulado “La Desigualdad de las razas humanas”.
Para Gobineau “Las razas que se mantuvieron superiores fueron aquellas que mantuvieron su pureza racial intacta”. “Por esto la raza blanca es la superior”.

E. Haeckel fue el padre espiritual del nazismo. Desarrolló, desde la teoría social-darwiniana, un programa científico para nazis.

De las propuestas de racistas de Gobineau, Adolf Hitler creó una política centrada en el racismo y de Haeckel una política “biológica”.
Así podemos ver en su libro “Mi lucha” conceptos como “selección natural”, “apareamiento selectivo”, “lucha entre razas por la supervivencia”, “exterminación del débil para crear una mejor sociedad”, “mezclar sangre aria con razas inferiores resultará en la degeneración de la raza fundacional”, “saquen a los germanos nórdicos y no quedará nada más que la danza de los monos”, etc.
Hasta el título de este libro (Mein Kampf) está inspirado en el principio social-darwinista de una lucha constante para lograr la supervivencia.
La versión social de la selección natural formó una parte importantísima del marco conceptual nacionalsocialista. Si dos países entraban en guerra, el victorioso debía ser “biológicamente superior” al vencido. Por esto era “moralmente correcto”, y adecuado, que el vencedor eliminara físicamente al vencido.

Este concepto fue de la mano con la noción de Eugenesia: No solo debía prevalecer sobre el débil combatiéndolo sino que también se podía “mejorar la cría” aplicando las nociones “iluminadas” de selección y genética.
Ya desde 1929, en una reunión del partido nacionalsocialista en Nuremberg, se planteó la pregunta ¿Cómo hay que tratar a los más débiles? Pregunta que fue contestada siguiendo los conceptos de “higiene racial” y “mantenimiento de la fuerza étnica”.
En esa reunión Hitler proclamó: “Si Alemania tuviera un millón de niños por año y eliminara los 800.000 niños más débiles el resultado sería el aumento de la fuerza racial de Alemania”.
Es de destacar, y esto no ha sido profundamente analizado en la gran bibliografía existente sobre el genocidio nazi, que Hitler en esta afirmación no está hablando de aniquilar personas de otras “razas”, otras ideas políticas, otras religiones u otras orientaciones sexuales sino de personas de la “raza aria”, forma en la que él solía denominar a los alemanes cristianos “de nacimiento” y sin antecedentes de otra religión en las últimas tres generaciones.
Estas ideas implican, lisa y llanamente, “Ingeniería Racial” mediante un asesinato generalizado justificado por la ideología del Darwinismo Social.

En 1920 aparece un libro titulado “Destrucción de la vida indigna de vivir” escrito por un abogado (K. Binding) y por un psiquiatra (A. Hoche).
En sus páginas se defiende firmemente la idea que debe ahorrarse el dinero dirigido a los asilos de enfermos mentales para fines más productivos.
Estamos recién en los inicios de la República de Weimar y estas ideas reciben un fuerte rechazo por parte de la mayoría de los médicos alemanes.
Sin embargo en esta misma década Adolf Hitler escribe en su libro Mein Kampf: “Es un contrasentido dejar que los enfermos incurables contaminen a los sanos”. “Que se impida a los individuos defectuosos propagar vástagos es un exigencia cuya causa está clarísima”.

En este ambiente, la depresión económica de los 30 genera en el público mayor intolerancia y un claro giro hacia la derecha que finaliza con la reinstauración de la pena de muerte en Alemania y la radicalización de las ideas médicas sobre eugenesia e “higiene” racial.
En una época de recortes drásticos del gasto público el costo de mantenimiento de los enfermos mentales en los asilos entra en el centro de un debate parlamentario en Alemania. Este debate finaliza con una legislación sobre esterilización “voluntaria” (¿?) de aquellas personas que tuvieran taras hereditarias.
Esta Ley de Esterilización del Reich (promulgada en 1932), aunque parezca increíble, recibe un entusiasta apoyo de abogados, funcionarios y de la Asociación de Médicos de Alemania.
Debemos destacar que en ese año el partido Nacionalsocialista recibió el 34% de los votos. Los nazis, descontentos con una legislación que consideraban “timorata”, reclamaron una esterilización obligatoria de todos aquellos con enfermedades hereditarias.

En esta misma década, al bajar la posición social de los Psiquiatras y deteriorarse las condiciones en los asilos por los recortes de gastos, la idea de ahorrar gasto en “idiotas” va aumentando entre los médicos alemanes.

En 1933 Adolf Hitler llega al poder y se aprueba la ley tristemente célebre de esterilización obligatoria. Pero no debemos olvidar que los “especialistas” habían ya “fertilizado” el terreno antes de que Hiltler ocupara su cargo.
En aquel año su deificación, y la autoridad total cedida a Hitler por sus aliados políticos, dieron campo libre a acciones radicales inconcebibles en Alemania dos años atrás.
Sin transmisión directa de órdenes y, lo que es peor, sin siquiera la promulgación de una ley que apoyara estas acciones (y debemos aclarar que ningún médico alemán requirió de una orden escrita o una ley promulgada para llevar a cabo sus acciones) se realizaron iniciativas que se suponían que estaban en sintonía con los objetivos del Fhurer.
Un ejemplo de esto fue la Ley para la Prevención de Descendencia de Enfermedades Hereditarias (mentales y físicas). Esta ley, desarrollada por un comité de especialistas en población y cuestiones raciales, estaba dirigida a la “esterilización de personas enfermas e inferiores”. Dentro de este grupo se incluyeron hasta los alcohólicos crónicos.
Hitler, al igual que en la solución final de los judíos, no tuvo una actuación directa. Sólo dejó que sus especialistas trabajaran en la dirección del Fhurer y proclamó: “... una ley beneficiosa para la familia”, “es una ley moralmente indiscutible”, “todas las medidas que se toman en defensa de la nación están moralmente justificas”.
Siguiendo este principio de ingeniería racial se esterilizaron en forma obligatoria más de 400.000 personas. No se tienen registros de ningún doctor alemán, tanto los que eran médicos de cabecera de los pacientes o los que llevaron a cabo las operaciones, que se haya resistido o haya al menos solicitado una orden escrita.

Con el ascenso de Hitler al poder los Psiquiatras dispuestos a la “eutanasia” tuvieron también su posibilidad. En 1933 el especialista en Derecho Penal (y Ministro de Justicia nazi) H. Kerrl proclama: “No es un delito la orden de privar la vida a todos aquellos enfermos mentales incurables.
G. Wagner (dirigente de los Médicos del Reich y famoso por su “Ley de Sangre” en contra de los judíos) presionó a favor de la destrucción de “la vida indigna de vivir” y afirma que “Vastos recursos se desperdician en vidas inútiles” (aclaramos que el autor de estas afirmaciones, aunque no lo parezca, es un médico).
En 1933 Hitler, seis años antes del inicio de la segunda guerra mundial (lo que habla a las claras que ya en el año de su ascenso al poder tenía in mente el comienzo de una guerra europea), afirma en relación al asesinato de los enfermos mentales: “Esta resolución radical será mucho más fácil de ejecutar durante una guerra”.
Por orden del Ministro de Propaganda nazi J. Goebbels se filman en los asilos para enfermos mentales de toda Alemania escenas con el fin de horrorizar a la opinión pública.
La Oficina “Racial” nacionalsocialista produce con este material cinco películas mudas y una con sonido que se proyectan en forma obligatoria por orden de Hitler en todos los cines del Reich. También se inunda Alemania con una publicidad (que encabeza esta entrada) que dice "Esta persona genéticamente enferma le costará al país sesenta mil marcos a lo largo de su vida. ¡Ciudadanos éste es vuestro dinero!".

En 1936 se lleva a cabo el traslado obligatorio de todos los pacientes mentales de los asilos a cargo de la Iglesia a los asilos estatales.
Por esa época aparece publicado en Das Scwarze Corps (órgano oficial de las también tristemente célebres SS) una carta de lectores que pide una ley que permita eliminar a los niños retrasados mentales: “ley que ayudaría a corregir los errores de la naturaleza”.
Como apoyo a esta solicitud aparece en el editorial de esta revista un artículo que dice que en contra del argumento que no hay ningún derecho a matar “hay cien veces menos derecho a desafiar a la naturaleza manteniendo vivo a lo que no nació para la vida”. “No se le quita nada a un niño con una lesión cerebral grave si se le extingue”.

En 1939, el mismo año de la invasión a Polonia y del comienzo de la segunda guerra mundial, aparece una oportunidad.
El padre de un niño con discapacidades graves (ciego, sin antebrazo y con una pierna deforme) solicita a Hitler que autorice la eutanasia del niño.
Hitler envía a su médico personal (Karl Brandt) con la función de evaluar al niño y autorizar la eutanasia, que es efectivamente llevada a cabo.
A posteriori de este evento Hitler le da en forma verbal a Brandt poder para actuar de la misma manera si surgen más casos.
Es así que en los años venideros mueren más de 8.000 niños alemanes por inyecciones de barbitúricos.
Cuando en la Cancillería se le hace algún comentario sobre este tema al Fhurer él contesta “en una guerra se puede hacer un mucho mejor uso de los hospitales que desperdiciándolos en enfermos mentales”.
Los médicos del Reich son abrumadoramente favorables a colaborar con la “eutanasia” de enfermos mentales sólo con autorizaciones verbales.
Es interesante comparar esta actitud de los médicos alemanes de proceder al asesinato de miles de sus pacientes sin ninguna orden escrita con la del jefe de las SS Himmler (sin lugar a duda uno de los asesinos más sanguinarios del régimen nazi) frente al problema de los matrimonios mixtos (de judíos con cristianos).
En 1943 quedaban aún 4.000 matrimonios mixtos que vivían en Berlín.
Hitler da la orden perentoria de que todos estos matrimonios deben ser deportados a los campos de exterminio. Cuando las SS intentan cumplir la orden las esposas y esposos alemanes cristianos se resisten a la orden de deportación. Puesto en conocimiento de Hitler esta resistencia el Fhurer ordena que se lleve a cabo a sangre y fuego.
Himmler, ante la perspectiva de tener que asesinar a 4.000 alemanes “arios” solicita a Hitler una orden escrita (que no fue solicitada por Himmler para llevar a cabo el genocidio de millones de rusos, polaco, lituanos, gitanos, etc). Como Hitler no emite esta orden, las SS no llevan a cabo la deportación y estos 4.000 matrimonios mixtos siguieron viviendo en Berlín hasta el fin de la guerra sin ser molestados.

Este asesinato masivo de enfermos mentales es llevado acabo por las estructuras del partido nacionalsocialista sin informar a ninguna repartición del gobierno (Ministerios, Secretarías, etc).
Mueren así decenas de miles sin ningún fundamento jurídico. Este es un claro ejemplo de la deformación de las estructuras gubernamentales por órganos del gobierno y del partido que aplicaban la voluntad del Fhurer. Claramente el régimen nazi pasa a la acción criminal directa.

Los médicos psiquiatras de los asilos de enfermos mentales también trabajan en la dirección del Fhurer seleccionando a los pacientes que eran trasladados a asilos en los cuales otros médicos (¡que NO estaban obligados a participar!) los asesinaban con monóxido de carbono.
Los Psiquiatras matan a sus propios pacientes. ¡Este es un crimen sin precedentes en los anales de la Historia de la Medicina del cual aún no hemos perdido perdón!

Este es un hecho tan perturbador y perverso que obliga a plantear la pregunta que inicia el título de este artículo: ¿Hitler necesitaba a la Psiquiatría alemana o era la Psiquiatría alemana la que necesitaba a Hitler?
Recordemos que ya en 1918 Emil Kraepelin, considerado el fundador de la psiquiatría científica moderna, planteó enigmáticamente: “Un líder absoluto que interfiera inescrupulosamente con las costumbres humanas llevará en pocas décadas a la disminución de la debilidad mental”.
En 1931 H. Simon (jefe de servicio de Psiquiatría) afirmó: “Son categorías inferiores de personas los inválidos, débiles, insanos, imbéciles... Algunos deberán morir”.
En 1934 E. Rudin (renombrado Psiquiatra alemán) expresó: “Los Psiquiatras y las personas sanas son aliados contra los genéticamente defectuosos. Los Psiquiatras deben ayudar para lograr una raza genéticamente superior”. Continúa Rudin: “La esterilización compulsiva es uno de los actos más humanitarios”.
Ningún Psiquiatra se resistió a este asesinato en masa. Por el contrario cuando los directores del Asilo de Wurttemberg “visitaron”, acompañados de decenas de sus pacientes, el asilo de Grafeneck; la “visita” incluyó el gaseado de sus pacientes.
El director de un asilo de Baviera envió a sus pacientes “más difíciles” a un denominado “campo de trabajo” donde fueron gaseados.
El Profesor P. Nitsche (uno de los planificadores del asesinato en masa de los pacientes psiquiátricos) afirmó: “¿No es extraordinario deshacerse de toda la resaca de los asilos para poder hacer una verdadera terapia (electroshock, shock insulínico, etc.)?”

No contentos con esto los pacientes psiquiátricos son utilizados como “conejitos de India” humanos y son víctimas de proyectos de investigación humanos.
Niños con déficits mentales son infectados artificialmente con bacilos de la tuberculosis por el doctor G. Hensel quien publica su tesis de doctorado sobre este tema. En esta tesis Hensel afirma: “Es lógico utilizar para la experimentación a niños con deformidades mentales que no serán de beneficio para la nación”.
En el asilo de Brandenburgo niños con déficits neurológicos o trastornos psiquiátricos deben morir para el desarrollo de tesis de doctorados y el avance de las carreras de diferentes “científicos”.
Uno de estos “científicos” es el doctor J. Hallevorden quien publica: “Durante el verano de 1942 disequé 500 cerebros de imbéciles. Había un material estupendo entre estos cerebros como deformidades y trastornos neurológicos pediátricos...”
En el asilo de Silesia se asesina a decenas de niños con Luminal y sus cerebros y médulas son enviados al profesor Weizacker del Instituto de Neurología de Breslau. La doctora Elizabeth Hecker del asilo de Silesia opina: “Me parece estupendo que el profesor Weizacker nos haga el honor de estudiar los cerebros de nuestros niños”.

La industria farmacéutica no desaprovecha la oportunidad. IG Farben infecta deliberadamente con malaria a pacientes de los asilos.
El doctor G. Schaltenbrand extrae líquido cefalorraquídeo de pacientes con esclerosis múltiple para inyectarlo en monos. Luego extrae líquido cefalorraquídeo de estos monos y se lo inyecta a pacientes psiquiátricos en forma previa a su gaseado.
Todos estos estudios son apoyados por la Asociación Alemana de Investigación. El doctor Schaltenbrand es nombrado en 1949 Profesor Titular de Neurología.

En el asilo de Saxon mueren 5.700 pacientes entre 1939 y 1945, de los cuales 1.012 fallecen en mayo de 1945. ¡A semanas de la rendición de Alemania!
En el asilo de Hadamar en 1941 se deja morir de hambre a más de 5.000 pacientes.
En el asilo de Berlín mueren más de 18.000 pacientes entre 1941 y 1945.
En enero de 1945, a meses de la rendición de Alemania, el doctor A. Wahlman solicita 50.000 pastillas de Veronal para seguir asesinando a sus pacientes.
En el asilo de Baviera su director crea una dieta especial para que sus pacientes mueran de hambre en “tan sólo” tres meses.
En el último año de la guerra la mortalidad de los pacientes de los asilos alemanes aumentó un 45%.
A pesar del intento de rescate de las fuerzas americanas los pacientes siguieron falleciendo debido a su estado desesperante.
El Gauletier de Pomerania colabora con las fuerzas de la SS en “despejar los asilos de la región” para dar sitio a los alemanes provenientes de las repúblicas del Báltico debido al avance de las fuerzas soviéticas. Los 1558 pacientes “despejados” son fusilados en masa por las SS.

Los fusilamientos son reemplazados por cámaras de gas móviles en Polonia.
En 1940 son así asesinados 10.000 enfermos mentales, en 1941 90.000 y en 1945 esta cifra se eleva a 190.000 gaseados.

Con el gas vendido por IG Farben se asesinan en Alemania entre 1940 y 1941 cientos de pacientes de seis asilos. Sus coronas dentales de oro se “rescatan” y sus cerebros son enviados al Kaiser Wilhelm Institute de investigación Neurológica de Berlín (actualmente Instituto Max Planck).

Esta acción de “eutanasia” de los enfermos mentales alemanes hubiera sido imposible sin Adolf Hitler quien le dio a los psiquiatras una especie de “licencia” para matarlos. Pero NO debemos olvidar que fueron los médicos de los asilos quienes se encargaron del asesinato.

En 1941 el obispo Galen afirmó durante una homilía dominical: “Numerosas muertes de enfermos mentales siguen la doctrina de la destrucción de la vida indigna de vivir, es decir matar inocentes si se considera que sus vidas ya no son útiles para la nación. Entonces corren el mismo riesgo aquellos que arriesgan su vida en el frente. ¿Quién confiará en su médico? Puede denunciar a su paciente como improductivo y recibir instrucciones de matarle”.
Ante estas declaraciones Martín Bormann considera que el obispo Galen debe ser ahorcado. Si bien Hitler está de acuerdo con él considera que, debido a la guerra, no es el momento “adecuado”.
Galen hace en sus homilías una relación entre las acciones de eutanasia y los ataques aéreos devastadores de los aliados: “Son un castigo de Dios por las ofensas llevadas a cabo contra el mandamiento de no matarás”.
Esta ofensiva de la Iglesia coincide con una reubicación de los “especialistas” en gaseado en Polonia para llevar acabo el programa planificado con anterioridad de la matanza generalizada y el exterminio de los judíos europeos.

Muy pocos médicos alemanes que llevaron a cabo el asesinato de los enfermos mentales fueron juzgados en el juicio de Nuremberg.
Muchos de estos médicos lograron prosperar en la Alemania de la posguerra. Ninguno mostró pesar, constricción o culpa por sus acciones.
Estos médicos asesinos fueron tratados luego de la guerra con mucha más simpatía que sus pacientes (quienes recordemos que en 1945 tuvieron una mortalidad de casi el 50%).
Muchos centros hospitalarios y universitarios de la Alemania de posguerra recibieron los nombres de los que asesinaron y esterilizaron compulsivamente.
Un ejemplo claro de esto es el “Profesor” H. Ehrhardt (quien tuvo un activo papel en el gaseado y esterilización de enfermos mentales) que en 1947 recibió el máximo galardón de la Asociación Médica Alemana. ¡En 1948 es nombrado por el gobierno como perito en las demandas de los esterilizados!. Por supuesto Ehrhardt rechazó todas las demandas como infundadas.
¡Luego es nombrado asesor de la Organización Mundial de la Salud! Finalmente, como una especie de broma macabra, es nombrado miembro del comité de ética de la Asociación Mundial de Psiquiatría. Una de sus afirmaciones preferidas era: “La muerte por gas es una de las formas más humanas de muerte”.

Para los médicos alemanes proteger a sus colegas siempre tuvo prioridad sobre el sufrimiento de sus víctimas. Sólo así se puede comprender que NINGUN colega avisó al gobierno alemán que muchos de los psiquiatras que actuaban como peritos en las múltiples demandas por esterilización habían cambiado sus nombres y eran ellos mismos los responsables de las atrocidades del peritaje.
Durante la posguerra el Doctor Hallevorden (disector de los cerebros de los enfermos mentales) es nombrado jefe del departamento de Neurología del Instituto Max Planck.
El doctor H. Heine (director del asilo de Brandenburgo donde murieron centenares de enfermos) fue nombrado jefe de psiquiatría infantil en Wunstorf.
La doctora E. Heckel (directora del asilo de Breslau) fue “premiada” por enviar a centenares de niños con trastornos mentales a las cámaras de gas con la jefatura de Psiquiatría infantil de Westphalia.

La protección de estos asesinos se prolongó hasta el día de su muerte. Podemos leer en el obituario del responsable del gaseado de centenares de pacientes: “Lo honraremos y recordaremos...”. En el obituario de un homicida de cientos de niños: “Conmemoramos con honor al doctor...”.
En el obituario del doctor Panse (encargado de seleccionar a aquellos pacientes que debían ir a las cámaras de gas): “Una vida dedicada al servicio de los sufrientes”.

Frente a todos estos hechos de barbarie uno no puede menos que concordar con una afirmación de Ernest Klee (uno de los investigadores de este tema tan doloroso y vergonzoso para todos los médicos): “Aquellos que honran a los perpetradores matan por segunda vez a sus víctimas”

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Habilidades físicas de presentación


Envidio profundamente a Marcelo Tinelli y, hasta no hace mucho tiempo atrás, nunca pude comprender las razones de su éxito.
Hace años hice el esfuerzo “titánico” de acompañar a mis hijos, mientras veían su programa, esperando descubrir qué es lo que decía para tener tanto éxito. Finalicé esta “experiencia de campo” profundamente deprimido porque, en forma sorprendente, ¡descubrí que Tinelli no decía absolutamente nada!
Pude comprender finalmente el éxito de Tinelli luego de leer un trabajo que realizó una encuesta de más de mil egresados de la Universidad de Harvard en la se les preguntaba qué era lo que más les había interesado de sus clases.
¡Sólo el 7% contestó que lo que más les había interesado era su contenido! Y allí descubrí las causas del éxito de Tinelli y la dolorosa verdad: A su público NO le interesa tanto qué es lo que les dice sino CÓMO se los dice.
Frente a esta “verdad” muchos me dicen pero “yo no soy un buen orador”. Para tranquilizarlos he aquí dos interesantes frases:

“La oratorio es un truco derivado de la experiencia”. Cicerón
“El orador se hace, el poeta nace”. Quintiliano

Cicerón y Quintiliano
[1] nos “apaciguan” explicándonos que para ser poeta hay que tenerlo “en el ADN” pero la diferencia entre un buen y un mal orador es sólo el entrenamiento.


Controle los tres niveles

Las escuelas modernas de oratoria aconsejan tres niveles de entrenamiento:

“Lo que has de decir, antes de decirlo a otro, dítelo a ti mismo”.
Lucio Anneo Séneca.

1. Primero avísele a sus familiares que no le ha agarrado un ataque sicótico (porque lo escucharán hablando sólo). Luego enciérrese con su computadora, un cronómetro y, de ser posible, una videocámara para filmarse en una habitación, de ser preferible que tenga un espejo. Luego ensaye la charla. Ya sólo verse en el espejo le producirá la misma sensación de estrés que tendrá al inicio de la presentación y además podrá ver todas las cosas desagradables que hace con su cara (ojos, labios, lengua, etc.) y extremidades.
Ensayar ayuda disminuir los nervios, ver si los audiovisuales funcionan, ver qué partes de la charla son largas, aburridas o incomprensibles.
Si puede pídale a alguien que lo filme para que vea con más claridad todas esas cosas espantosas que usted hace con las manos, los labios, los ojos, su voz, etc., etc., etc.

2. Dé la charla frente a su esposa, un ser querido, su amante, la señora que limpia en su casa, no importa quien sea, ¡mientras sea un Homo Sapiens!
Muchas personas me dicen que no hay nadie en su casa que sepa sobre el tema que va a disertar. ¡Mucho mejor! Si entiende y no se aburre, usted tiene la presentación perfecta.

3. Vaya al lugar del “crimen” (salón del congreso, aula, etc.) y ensaye su presentación. Esto le dará múltiples ventajas:
- Disminuirá el nerviosismo en el momento de la “verdad” ya que nada es más estresante que lo desconocido y usted ya conocerá, y ya “habrá actuado” en, el “campo de batalla”.
- Conocerá las ventajas y desventajas del lugar. Cómo funcionan la computadora, el cañón de proyección, los audiovisuales, etc.


Micrófonos

¡No afectan al éxito pero son esenciales para el FRACASO!
Es muy difícil saber a qué distancia colocarlo de los labios para que se escuche bien y además, en el fragor de la presentación, uno mueve las manos y arrastra el micrófono imposibilitando una buena comunicación con el público.
Por lo tanto trate de evitar su utilización. Sólo si verifica que su auditorio no lo puede escuchar con claridad (porque es muy numeroso, el salón tiene mala acústica, etc.) déjese caer “en sus garras” electrónicas.
Si usa el micrófono de “solapa”, ¡JAMÁS se lo ponga en la solapa! Colóqueselo bien ajustado y en su “línea media” (camisa).
Bien ajustado porque si se cae al suelo dejará hipoacúsico a su auditorio. En la mitad de su tórax porque si se lo coloca en una solapa (por ejemplo la derecha) cuando hable para ese lado ensordecerá a la audiencia y cuando gire su cabeza para el otro lado nadie escuchará absolutamente nada.
Si utiliza un micrófono de mano asegúrese de tenerlo en la “garra” no dominante (izquierda si usted es diestro) porque no hay nada más gracioso (y que lo deje peor parado) ¡que un orador señalando una diapositiva con su micrófono!


Siete SI en la Introducción

Los primeros noventa segundos: ¡Son absolutamente fundamentales!
1. Prepare la introducción cuidadosamente. Un saludo de tono amable es imprescindible para el inicio.
2. Despierte el interés.
3. ¡No se olvide sonreír! Se necesitan sólo dos músculos para sonreír: inténtelo.
4. Preséntese con una actitud modesta y cordial. ¡Nunca vacile en explicar al auditorio que usted está encantado de estar allí!
Actitud prepotente: sinónimo de fracaso seguro. Hay que huir como la peste de cualquier forma de pedantería o arrogancia. El presentarse como una persona que simplemente tiene algo que compartir es un punto de partida que asegura una cierta complicidad y un buen clima con el auditorio. Es el efecto reflectivo (si crea un buen clima en el auditorio estará más relajado) y el efecto primacía (si cae bien al principio tiene mucho ganado).
5. ¡Preséntese ante su público calzado con botas y espuelas, no con pantuflas! ¡Proyecte energía!
6. Lo más importante de la presentación debe decirse al principio. Esto impacta mucho y después se puede vivir de rentas.
7. Implicación: Demuestre que no sólo desea enseñar sino también escuchar, aprender y disfrutar.

NUNCA se olvide que el público: ¡Es el espejo del orador!
Si usted está:
* Alegre, ¡el público también lo estará!
* Aburrido, ¡el público también lo estará!
* Cansado, ¡el público también lo estará!
* Nervioso, ¡el público también lo estará!

¡Nunca, nunca pero nunca se disculpe! Cuando al inicio de una presentación escucho a un disertante decir “Debo pedir disculpas porque…” me asalta un ardor en el extremo distal del tubo digestivo que ni el Pancután puede calmar.
¡Si usted aceptó la responsabilidad docente no tiene disculpas!
Las disculpas son sólo útiles si ha hecho algo mal. No las use para excusar incompetencia o humillarse frente a una audiencia. No pida perdón por su nerviosismo o por falta de tiempo de preparación.
La mayor parte de los miembros de la audiencia no sabrán de su ansiedad, así que no llame la atención sobre ésta.

Comenzar con una broma
Varios autores recomiendan comenzar una presentación con humor. Esto puede tener sus efectos colaterales. Por un lado ser gracioso si que es congénito, por lo tanto si no sabe contar bromas no utilice esta estrategia. Por otra parte están los aspectos culturales, lo que es gracioso en Buenos Aires puede no serlo en Córdoba, Catamarca o Montevideo.
Si decide comenzar con una broma el humor debe ser original, inofensivo, inocente y compartido. Se trata de reír juntos no de reírse de nadie. Se trata de buscarle a las cosas su lado positivo. Reírse de uno mismo es siempre la mejor apuesta ya que cumple con estas tres características y además sorprenderá al auditorio que lo último que esperaba es que se burlara de usted mismo.
Recuerde que la mejor improvisación es la cuidadosamente preparada y la broma debe parecer una improvisación en su presentación.
Utilizar ciertas dosis de humor ayuda a captar la atención y favorece a acercarse más a los miembros de la audiencia en la medida en que uno “toca” sus emociones y no sólo su intelecto. Se trata de forzar la realidad para comprobar que esta realidad no es, en ocasiones, tan razonable como pudiera parecer.

¡NO se apure para comenzar!


Manejo del estrés

Uno de los miedos más frecuentes es el de hablar en público. Por esto los norteamericanos hacen la broma de que preferirían estar en al ataúd antes de que tener que dar el discurso de despedida al muerto durante el entierro.
¿Cómo evitar quedar reducido a una balbuceante masa viscosa hiperventilada de gelatina sudada? (Esta es mi cruda y realista definición y descripción de un orador nervioso).
Creo que la forma de vencer el miedo a hablar en público es entendiendo sus causas y aprendiendo a relajarse.
El objetivo es redirigir su atención de los problemas en su mente (que son la causa del nerviosismo) hacia cosas externas: ejercicio, relajación, estiramiento, inspiración, contraer los dedos de los pies mientras se inicia la charla, focalizarse en una cara sonriente del auditorio y dirigirse a ella durante la introducción, etc.
Para que usted vea que el estrés de hablar en público es tan antiguo como el hombre, en la enseñanza de la oratoria romana se afirmaba que imaginarse al público desnudo ayudaba a calmar los nervios. ¡Ahora también! Yo lo hago y me da muy buenos resultados.
Y la táctica es siempre la misma: si el problema es interno la solución es externa. Si quiere dormir lo peor que puede hacer es comenzar a pensar “quiero dormir, quiero dormir”. Por esto habrá surgido “la estrategia” de “contar ovejitas”.
Algunos presentadores utilizan Valium o Beta bloqueantes para “gambetear” al nerviosismo. Pero el problema del “Nirvana” neuroquímico es que transforma al orador “narcotizado” en algo más aburrido que chupar un clavo. El estrés también tiene efectos positivos: Brillo, velocidad, intensidad.


Como utilizar su cuerpo

¿Cómo dar la presentación? ¿De pie o sentado? ¡No olvide que el público procesa más su lenguaje corporal que la información visuo-oral! ¡La charla se debe dar de pie SIN apoyo!
¿Como situarse y moverse? ¡Establezca un punto de referencia!
La retina se distrae menos y evita que los ojos de la audiencia naveguen de un lado a otro con una menor pérdida de tiempo.
Si da la presentación en Occidente párase a la izquierda de su auditorio. Si por el contrario está en Teherán o Bagdad párese a la derecha. Si tiene que dar la charla en Beijing, ¡usted está en problemas!
¿Por qué debe pararse a la izquierda de su auditorio? Porque los ojos de su audiencia desean encontrarlo cuando comienzan a leer las oraciones en la diapositiva y en occidente se lee de izquierda a derecha.
Trace una línea que va desde el borde de la pantalla hasta el miembro de la audiencia que se encuentra en su “extrema derecha” y NUNCA atraviese esa línea ya que de hacerlo obstruirá la visión de sus diapositivas al auditorio
¡Hable hacia los oyentes jamás hacia el apoyo visual!

M-U-É-V-A-S-E. ¡No hay nada más aburrido que algo que jamás se mueve! O sea un orador con raíces en el piso.
Cuando el orador se queda inmóvil la mente del auditorio comienza a “viajar”.
Existe una similitud “especular” entre el estado atencional de los miembros de la audiencia y la “cinemática” del orador:
Orador en movimiento = Atención. Orador estático = Público Inerte.
Mantenerse en movimiento durante la presentación tiene múltiples ventajas:
* Demuestra que usted está vivo, que aún está con su auditorio, que no está clavado en el piso y que no es un mueble más.
* Al moverse obliga al público a mantener los ojos abiertos y a estar atentos.
* Al mantenerse en movimiento libera endorfinas y disminuye su estrés.
Penetre en “territorio enemigo” (o sea entre las filas de asientos del auditorio). Esta actitud los sorprenderá, generará un poco de “tensión dinámica” y aumentará su atención.
Para no quedar “anclado” a la computado (y por lo tanto inmóvil) use un control remoto o pida a un asistente que pase sus diapositivas.

No se esconda. ¡Derribe las barreras con el auditorio!
No se oculte detrás de sus manos, del atril, de la oscuridad, etc. Recuerde que usted es Brad Pitt y Charlize Theron y el público ha venido a verlo a usted. Si se oculta no podrá verlo, ¡y USTED es el verdadero espectáculo!

La mirada es completamente indispensable. Imagine a su auditorio como a una jauría de sabuesos hambrientos de contacto visual. ¡Tíreles ese hueso! La mirada genera placer.
O usted no ha tenido esa sensación de deleite cuando, durante una obra de teatro, un actor o actriz lo ha mirado o durante un recital un cantante la ha “enfocado”, “¡aaay mi miró!”.
Se ha comprobado en trabajos con Resonancia Magnética Funcional que el contacto visual aumenta la liberación de dopamina en la vía Mesolímbica del placer (la misma que es estimulada por la comida, el sexo y las sustancias adictivas).
DEBE mirar al público. El contacto visual mejora la comunicación y le da retroalimentación sobre el estado del auditorio: le permite saber si puede acelerar o frenar, si le prestan atención, si se están durmiendo o si debe parar “en seco” su presentación y darles un descanso.
Cuanto menos mire al público menos efectivo será.
Mucha gente me dice que mirar a los ojos de la audiencia les genera estrés. ¡Evite ser “sobrecogido” por mirar al público! La temida “alarma de multitud”. Busque puntos de referencia. Una estrategia es mirar inicialmente a la raíz de la nariz (denominado nasion). Esto hará sentir a la audiencia que los está mirando a los ojos y cuando usted se sienta más tranquilo podrá lograr hacer el fundamental contacto visual.
Su mensaje va donde vaya su voz y su voz va donde sus ojos la envíen. La mirada se apodera de la cara del otro y le obliga a llegar a una conclusión y a pensar sobre el placer que el intercambio le provoca.
La mirada es una especie de palpación visual recíproca breve pero que igualmente sirve para la formación de una opinión.
¡NUNCA mire al infinito! Ni a la corbata o al techo. Mire al público SIN CESAR.

¿Qué hago con esas “cosas” que tengo al final de mis muñecas? ¡ÚSELAS! No oculte sus manos. Ofrezca algo con ellas. Las manos ayudan al público a reconocer lo que es importante.
NUNCA ponga las dos manos en el bolsillo. Tampoco las utilice en sus bolsillos como instrumentos de percusión con monedas o llaves.
NO las oculte porque los ojos del público van siempre hacia donde están sus manos. Sus manos son las “coreógrafas” de los movimientos oculares de su audiencia, por lo que puede usarlas para guiarlas hacia sus diapositivas o hacia otro objeto que desea que miren.
No planifique sus gestos. Cualquier gesto que utilice debe ser una extensión de su mensaje y de la emoción que el mensaje transmite. Los gestos planificados lucen falsos porque no combinan con las otras señales involuntarias de tu cuerpo.

Los podios son veneno, los atriles son letales. Los atriles NO tienen lugar en la vida del presentador visual. ¡Son un obstáculo más que una protección! Motivos:
- Están hechos para leer y usted JAMÁS leerá su presentación.
- Le impiden moverse y ya hemos hablado sobre lo aburrido que es un orador inmóvil.
- Tapan al menos los 2/3 de Brad Pitt y Charlize Theron y el público ha venido a verlo a usted y usted NO debe ocultarse.
- Si está dando la conferencia en un hotel el atril tendrá un enorme aviso publicitario de dicho hotel que distraerá al auditorio.
- Si comete el “craso error” de dar la charla en la oscuridad los atriles tienen una especie de “velador” (originariamente pensado para leer las notas del discurso) que al prenderlo generan el efecto “drácula” en la cara del orador al proyectar siniestras sombras entre las arrugas faciales del presentador.

Como evitar problemas con su cuerpo.
“Vuestro rostro, mi señor, es un libro donde los hombres pueden leer extrañas cosas.” Mc Beth. Shakespeare

¡Cuidado con sus gestos faciales! Transmiten información muy importante que tal vez usted no desea que el auditorio conozca.
Se dice que el Homo Sapiens es un animal que se comunica constantemente y que, a veces, habla.
Nosotros podemos mentir con gran facilidad con la palabra pero muy difícilmente con el lenguaje corporal. Es como la vendedora de un restaurante de comida rápida que tiene un inmenso prendedor en su pecho que dice “estoy para servirle” pero mientras nos entrega la hamburguesa su lenguaje corporal claramente nos transmite el deseo que fallezcamos de un infarto miocárdico masivo tras el primer bocado.
Recuerde que sólo el 7% del sentido de una comunicación depende de la palabra hablada. El 93% del sentido depende del estilo, expresión, tono, expresión facial y el lenguaje corporal.
El problema radica en que le lenguaje verbal, en la mayoría de los Homo Sapiens, es regulado por el hemisferio izquierdo conciente pero el lenguaje corporal es controlado por el hemisferio derecho que es inconsciente.
Jamás se “eclipse” dándole la espalda al público.
Gestos negativos: No se lleve las manos a la cara. En general taparse la cara con las manos es un gesto típico del que miente, está inseguro de lo que está diciendo o está nervioso. Usted NO querrá que su auditorio tenga NINGUNA de estas sensaciones acerca de su persona.

Rascarse: ¡Formalmente contraindicado!
Especialmente en regiones “periorificiales” (usted ya sabe cuales son) y “genitales”. Sólo queda “disculpado” un rascado occipital acompañado de una expresión “profesoral”.
Usted se preguntará escandalizado quién se rasca, observe con cuidado y verá varios presentadores que se rascan. Y esto es normal porque el estrés produce la liberación de una molécula denominada histamina que genera ese prurito molesto. Si tiene el coraje suficiente fílmese a usted mismo y verá como usted también se rasca aquí y allá durante una presentación.

Voz

Pase un día con su voz. Es frecuente que cuando uno escucha su propia voz en una grabación exclame asombrado ¿Esta es mi voz? ¿Así suena? ¡Si, y esa es la voz que escucha tu auditorio!
Por esto es de gran importancia que compruebe si a usted (antes que a su auditorio) le gustaría escuchar su voz, grabando su presentación durante un ensayo. De esta manera podrá detectar sus errores y vulnerabilidades.
Evite problemas:
* El atropellado (alias la “ametralladora”): Aquel que no termina una palabra y ya comienza la siguiente. Su auditorio muere “acribillado” a palabras incomprensibles.
* El soporífero: ¡Es la cura más eficaz contra el insomnio! Es el orador que habla instalándose cómodamente en un tono bajo, monocorde y monótono sin ningún cambio a lo largo de TODA la presentación. Para evitarlo cambie el énfasis de su discurso a lo largo de la presentación.
* El decadente: Es el presentador que comienza bien pero a medida que pasa el tiempo comienza a “apagarse” como un electrodoméstico que se queda sin baterías (a disminuir la intensidad de su voz y a quedarse sin aire). Si tiene dificultades fonatorias o poca capacidad respiratoria no anestesie a su auditorio. Vaya al especialista correspondiente y resuelva su problema.
* El respirador: Es el (inspiración) orador que (inspiración) respira dentro (inspiración) de las (inspiración) frases. Si respira entre frases y no en ellas puede vocalizar mejor. Si no tiene aire farfulla y pierde énfasis y claridad. ¡Respire entre las frases! Para lograrlo debe tener suficiente aire en sus pulmones para sostener una frase larga o sólo diga frases cortas.
* El asténico: La etiología de la voz “débil” es un 99,9% falta de confianza. La “fórmula mágica” para resolver este problema es:
- Hablar sólo de lo que se sabe.
- Tener en claro los objetivos.
- Preparar a fondo lo que se dirá.
- Estudiar las características, necesidades y deseos del auditorio.
* El lector: “¡Una conferencia puede ser una lata pero si es leída es literalmente una lata de conserva!” Julián Marías
La lectura nos distancia de la audiencia y como efectos colaterales podemos citar:
- Lectura con “mono-tono” = ¡Aburrimiento!
- Nos obliga a inclinar la cabeza ahogando la voz por estrechar el diámetro laríngeo = ¡Aburrimiento!
- Innumerables errores de lectura = ¡Aburrimiento!
Proyecte su voz: Nada es peor que un orador que no se puede oír. Incluso en el mundo de la alta tecnología, con micrófonos y amplificadores, usted tiene que ser oído. La proyección de la voz no significa gritar, más bien pararse derecho y permitir que la voz resuene en el aire de los pulmones, en vez que en el de la garganta, para producir un sonido más claro. Hay que impostar la voz.
Otro factor importante para proyectar la voz es… ¡abra la boca y cambie su ritmo!
Los que dan la presentación con los “labios suturados” (alias el “murmullador”) no serán escuchados. Demóstenes para evitar este problema aconsejaba entrenarse dando el discurso con una piedra en la boca. Luego de esto los oradores abrían sus labios como el bostezo de un hipopótamo.
Hoy en día las escuelas de oratoria son menos traumáticas y para evitar los “labios suturados” aconsejan practicar con un lápiz entre los labios para que luego, durante la presentación, estos se abran grácil y relajadamente.

Ponga en juego al silencio: Para resaltar en el lenguaje oral no contamos con la negrita, las mayúsculas o el subrayado pero contamos con un poderoso resaltador: el silencio antes y después de lo que queremos destacar (la negrita “oral”).
Los buenos oradores antes u después de decir algo importante hacen un silencio más prolongado.
Debemos recordar que es en el silencio el momento en que el orador es más expresivo. Como afirmó el violinista Isaac Stern “Lo importante no son las notas sino los intervalos que hay entre ellas”.
Pausa de apertura: Los buenos oradores antes de iniciar un discurso hacen un silencio para llamar la atención del auditorio y resaltar quien tiene el “poder” psicológico de la situación.

Las muletillas matan: Las muletillas “desnudan” su pensamiento frente a la audiencia. Son una evidencia clara y transparente de que esta pensando qué es lo que tiene que decir (porque no lo recuerda) y mientras tanto el público lo está escuchando.
Además las muletillas tienen efectos nocivos como distraer, aburrir y hasta poner de mal humor al auditorio cuando se repiten por enésima vez.
Ley de Robi: La cantidad de muletillas es inversamente proporcional a la cantidad de veces que el presentador ha practicado la presentación en su casa.

“Piqueteros” y rupturas en el flujo de información: Como tratar las distracciones. Durante su presentación se enfrentará con múltiples “piqueteros” que intentaran detener el curso de su charla.
He aquí algunos ejemplos de los piqueteros más habituales y las estrategias más efectivas para enfrentarlos.

* El impuntual: La asistencia “escalonada”, escuchando los argumentos de los que van apareciendo una vez comenzada la clase, hacen que uno llegue a la conclusión de que hay un especie de confabulación por parte del transporte público para que los estudiantes lleguen tarde.
Dependiendo del contexto (congreso, clase, presentación comercial, etc.), el tiempo de arribo (inicio, desarrollo, conclusiones) y del “estatus” del piquetero que llega tarde (soldado, suboficial, teniente, general, etc.) usted puede tomar la decisión de resumir, o no, lo que ha dicho hasta ese momento para poner al tanto al piquetero.

* El atacante: Si bien cuando uno es agredido, instintivamente, siempre se tiene la intención de cercenarle la carótida al piquetero agresivo, ¡contrólese! Hay que conservar la sangre fría para salir de una situación así, no sólo por la agresión sino porque el resto del grupo analiza su respuesta a la misma.
Recuerde que si le secciona la carótida el público actuará como el árbitro de fútbol que, al ver dos jugadores agrediéndose, no pregunta quien empezó sino que le saca la tarjeta roja a ambos.
Contraataque la hostilidad con amabilidad. Saque de su bolsillo un enorme tarro de vaselina virtual y conteste con la mayor cordialidad posible. Cuanto más violento se ponga el piquetero más afable sea en su contestación. El piquetero (y la audiencia) debe tener la sensación que está golpeando en el vacío. En esta escalada el público se pondrá, sin lugar a duda, de su lado. No pierda bajo ningún concepto la calma y acepte el desacuerdo, explique que sus argumentos no tienen por qué convencer a todo el que lo escucha, pero no continuar la discusión ni entrar en el territorio agresivo.

* El sabelotodo: Es aquel miembro de la audiencia que, cuando estaba en el útero de su madre, ya sabía todo (y aún más) de lo que usted está diciendo (a un punto tal que le produce perplejidad comprender para qué ha ido a su presentación, si no es exclusivamente para interrumpirlo y molestarlo).
Un consejo: es inútil todo tipo de intervención para lograr que cambie de actitud. La mejor estrategia para lograr que cierre su bocota es aceptar su inmensa sabiduría y “coronarlo” como el rey del tema.
Tal vez podrá soltar alguna leve ironía pero sólo después de esta ceremonia de vasallaje el sabelotodo dejará de interrumpirlo.

* Los estudiantes que “han pagado la butaca”: Son aquellos que no tienen ningún interés en lo que sucede “en la pantalla”, pero insisten en acudir a la clase, por lo general sentados en la última fila. Se trata de un grupúsculo de estudiantes que, por un motivo oculto e irracional, prefieren organizar sus “veladas” íntimas sentados en el fondo de un aula repleta en vez de hacerlo en una plaza o cafetería.
Es difícil de comprender ya que evidentemente la disertación del orador y las intervenciones de los miembros del auditorio interesados en la presentación deben ser rotundamente molestas para quienes desean mantener una conversación íntima en franca camaradería.
¿Qué hacer? El “Si no les interesa no hay problema que se vayan” no funciona y además me parece violento y ridículo “expulsar” de una clase a personas aparentemente adultas.
Una forma de enfrentar la situación es acercarse lentamente al grupúsculo “parlanchín” y con cara de tonto (a mí particularmente, debe ser por motivos congénitos, me sale muy bien) preguntar: “¿Perdón… de qué hablaban?”. Lo más probable es que al segundo o tercer “¿Perdón… de qué hablaban?” se sientan lo suficientemente incómodos o ridículos como para dejar el parloteo para otra ocasión. Advertencia: a veces no funciona y entonces ya es cuestión de hablar con ellos, o ellas, fuera del aula y plantear - encarar las cosas más “rudamente”.

Cómo afrontar las preguntas: El momento de las preguntas es uno de los instantes más importantes de la presentación ya que es una ocasión de intercambio. La pedagogía de las preguntas siempre es mejor que la pedagogía de las respuestas.
Pero, ¿qué sucede cuando una pregunta es capciosa, excesivamente provocativa o mal intencionado con la intención clara de desestabilizar al presentador? ¡Ahí te quiero ver!
Algunos consejos para afrontar este tipo de preguntas. Durante la formulación de la pregunta:
1. Clave su mirada directamente en la retina del miembro de la audiencia que le está formulando la pregunta. ¿Usted ha visto lo que hacen los boxeadores antes de un combate? Se miran fijamente a los ojos. Es una cuestión de “dominio” psicológico. El que pregunta tiene el poder psicológico, al “insertarle” su mirada le reblandecerá un poco dicho poder y el “partido” comenzará más equilibrado.
2. Mientras escucha la pregunta leala “entre líneas”: Qué es lo que realmente quiere preguntarle.
3. Hacerla repetir. Cuando un Homo Sapiens pregunta por segunda vez, acostumbra a baja la agresividad (digo acostumbra, ya que a veces puede incrementarla) y a ser más prolijo en los detalles.
4. Mientras el miembro del auditorio la repite tiene más tiempo extra para analizarla, para pensar con calma, es decir el tiempo que gana le permite pensar la respuesta, le ayuda a no improvisar.
5. Al finalizarla siempre agradezca la pregunta. Puede usar frases como: "esta es realmente una buena pregunta" o "me alegro que haya preguntado eso".
6. Repita la pregunta por dos motivos. Por un lado porque frecuentemente (salvo que la pregunta se haya hecho con un micrófono) una gran parte del auditorio no la ha escuchado bien. La segunda razón es “comprar” aún más tiempo para organizar su respuesta y evitar que su respuesta esté empañada con los clásicos ummm y ahhh.
7. ¡Huyamos hacia la derecha! Si no sabe cómo responder a la pregunta existen dos técnicas que pueden ayudarlo:
“Rebote”: Consiste en “devolver” la pregunta a algún distinguido miembro del auditorio, “aprovechemos que tenemos aquí al profesor Juan Pérez para saber cuál es su opinión acerca de esta interesantísima pregunta” o “estando aquí presente el profesor José Gómez sería una falta de respeto no escuchar primero su entender sobre esta aguda pregunta”. Si la eminencia no sabe qué contestar no se preocupe.
“A la Gallega”: Radica en contestar con una pregunta, “¿por qué me ha preguntado esto?”. De esta manera “desnuda” de toda hostilidad al atacante ya que nunca confesará los motivos ocultos y usted contestará a la segunda pregunta que siempre será más sencilla.
8. Luego de una pregunta “peligrosa” dé la espalda al autor de dicha pregunta y mirando al resto de la audiencia, y con tono firme y seguro, pregunte si alguien más tiene alguna pregunta para hacer.

El era un fabricante de mentiras
El tenía las historias de cartón
Su vida era una fábula de lata
Sus ojos eran luces de neón
Fabricante de Mentiras. Nito Mestre

Frente a una pregunta cuya respuesta usted desconoce, ¡no se debe mentir al auditorio pero tampoco se puede!
No se debe por motivos éticos, no se puede porque, por la ley de Murphy, SIEMPRE alguien del auditorio se dará cuenta y su credibilidad morirá para siempre.
Una opción para evitar el temido “no sé” y no mentir es contestar “nunca lo he leído”, luego de lo cual usted le pide el mail y hace en forma inmediata el “contrato” que le contestará ni bien haga una revisión bibliográfica sobre su pregunta.

Es frecuente que algún miembro del auditorio dé una conferencia disfrazada de pregunta. El mejor manejo de esta situación es interrumpirlo interrogándolo: “¿Cuál es su pregunta?”.

Su Público necesita una pausa: Cómo darse cuenta.
Los miembros de su auditorio (si usted no programa al menos una pausa cada 45 minutos) le enviarán señales desesperadas que expresan “¡por favor una pausa!” y que debe detectar de inmediato. Aquí van algunos ejemplos:
* La cabeza inclinada con la mano cubriendo los ojos.
* La cabeza apoyada en la mano mirando en el vacío.
* Los anteojos fuera de su lugar, los brazos cruzados, las piernas apoyadas en el respaldo de la silla que está adelante.
* Una mano frotando un ojo.
* Suspiros profundos y densos.
* Dedos tamborileando sobre la silla.
* Pies en flexo-extensión constante.
* Cambios constantes de posición corporal en la silla.
* Glúteos que se mueven constantemente.
* Cabezas que giran constantemente.
* Gente que se levanta y sale del salón.
Si bien usted esperó demasiado, frente a estos signos de desesperación: ¡déles una pausa a estos pobres diablos!
Luego de darles la pausa, si desea saber cómo va en realidad su presentación, diríjase como un rayo hacia el baño. Enciérrese en uno de los cubículos y escuche las conversaciones. Al menos en el baño de hombres, existe una extraña relación entre el reflejo de micción y la sinceridad. Allí escuchará con exactitud lo que piensan de su presentación: “viste cómo divaga el idiota éste”, “habla lento como una tortuga, me estoy durmiendo”, etc. (todo con el fondo de braguetas que se abren y chorros que se estrellan contra el mingitorio). Su ego sufrirá pero obtendrá una valiosa información para corregir su presentación.

Estilo “lacónico”: Muchos oradores parecen no darse cuenta que en la batalla de Platea ganaron los espartanos y atenienses y no los persas. Desde entonces el estilo predominante ha sido el preferido por los espartanos que vivían en Lacedemonia o Laconia (de allí el término lacónico), como enseñan en la escuela de periodismo: sujeto, verbo y complemento.
En el estilo oratorio hoy en día se habla del “e-estilo” refiriéndose al modo en que actualmente escribimos en los mails en comparación a las cartas tradicionales, o sea con palabras y frases cortas y concretas.

Anglicismos, “angloparla” y “anglojerga”.
Una costumbre “aborrecible”, para “legitimar el estatus”, en el ambiente médico es bombardear con una palabra en inglés por cada tres vocablos que se pronuncian durante una presentación. Y así (no importa que uno esté en Almagro, Barracas, Villa Soldati o Belgrano) uno tiene la sensación de estar en Nueva York o Londres cuando en realidad uno se encuentra a orillas del Río de la Plata.
Otra práctica detestable es cuando algún “galeno” ha hecho un curso de perfeccionamiento en Estados Unidos (sin importar que dicho curso sólo haya durado un par de semanas) y al retornar da una presentación acerca de dicho curso con acento “anglo” (logrando que Cervantes tenga convulsiones en su tumba). Para empeorar las cosas no es infrecuente que pregunte “¿cómo se decía esto en español?” y uno tiene el irrefrenable deseo de contestarle “¡de la misma manera que hace dos semanas antes de irte, idiota!”.
La “legitimación del estatus” no proviene de escupir algunas palabras en inglés y el público rápidamente interpreta esta actitud cómo lo que realmente es: impotencia intelectual. ¡NO LO HAGA!
Además el castellano es un idioma hermoso con una amplia terminología que nos permite describir prácticamente todos los eventos de nuestras disciplinas. Si tiene muchas ganas de hablar en inglés lo mejor es sacar un pasaje en American Airlines.

[1] Marco Fabio Quintiliano (39 - 95), fue un retórico hispano-romano. Su fama proviene de ser el mejor profesor de retórica del mundo antiguo junto a Isócrates. En esta materia alcanzó un prestigio tal que se le nombró profesor oficial de la materia con retribución pública. Escribió la Institutio Oratoria, una obra enciclopédica en doce volúmenes que recoge todo cuanto es necesario para formar a un orador.

martes, 8 de septiembre de 2009

Sistema Nervioso Autónomo



Abreviaturas

BHE: Barrera Hemato-encefálica
NT: Neurotransmisor
OCV: Órganos Circunventriculares
SNA: Sistema Nervioso Autónomo
SNC: Sistema Nervioso Central


“En este lugar, del tamaño de una uña, vive la verdadera existencia primitiva (Vegetativa, Emocional, Reproductiva) sobre la cual, con mayor o menor éxito, el Hombre ha sobre impuesto una Corteza de inhibiciones”. H. CUSHING (1929)

Contenidos

* Hipotálamo
- Introducción
- Conexiones
- Función Reproductiva
- Función Autonómica
- Sueño
- Termorregulación
- Homeostasis de los Fluidos y regulación de la Sed
- Regulación de la Ingesta
- Farmacología del Sistema Nervioso Autónomo
- Sistema Límbico y control visceromotor central
- Sistema Nervioso Autónomo y Enfermedad
- Futuro del concepto del Sistema Nervioso Autónomo

* Organización del Sistema Nervioso Autónomo
- “Visiones” del Sistema Nervioso Autónomo
- Terminología de la Neurociencia Autonómica
- Función del Sistema Nervioso Autónomo
- Sistema Nervioso Autónomo Motor
- Sistema Entérico
- Control Diencefálico del Sistema Nervioso Autónomo


HIPOTÁLAMO

Introducción

El Hipotálamo es el “comandante en jefe” del Sistema Nervioso Autónomo y del Sistema Neuroendocrino. Por lo tanto es esencial para el éxito en la supervivencia y en la reproducción de los organismos.
Para cumplir con estos objetivos el Hipotálamo se comporta como una especie de traductor que transforma señales fisiológicas en cambios conductuales (como por ejemplo deshidratación → sed → beber) y señales bioeléctricas en hormonales y viceversa.

Conexiones

Prácticamente TODO el Sistema Nervioso está comunicado con el Hipotálamo. Sus extensas comunicaciones explican cómo una región tan pequeña ejerce una influencia tan profunda.

El Hipotálamo es regulado mediante múltiples mecanismos de retroalimentación positivos y negativos e integra información aferente neuronal (somática y visceral) y humoral
[1] (moléculas sanguíneas).

Las aferencias sensoriales somáticas que llegan al Hipotálamo pueden clasificarse en:
* Directas: Son aferencias que provienen de las cortezas sensoriales (táctiles, aditivas, visuales, gustativas, etc.) primarias.
* Indirectas: Son aferencias sensoriales que llegan al Hipotálamo luego de haber sido procesadas en estructuras del Sistema Límbico (o sea que ya vienen con un “toque emocional”).

La Formación Hipocámpica y el Complejo Amigdalino, que forman parte del Sistema Límbico, proyectan eferencias sobre las áreas Hipotalámicas que regulan funciones autónomas, endocrinas, de ingesta y reproducción.
Esto explica por qué ante cambios emocionales (tristeza, enojo, etc.) sentimos cambios viscerales (taquicardia, sudoración, pilo-erección, etc.).

La información sensorial visceral llega al Hipotálamo a través del Núcleo del Tracto Solitario que está ubicado en el Tronco Cerebral.
Este es el principal núcleo sensorial que recibe aferencias (gustativas, viscerales, cardíacas, respiratorias) del nervio Vago y su aumento de descarga estaría relacionado con los ataques de Pánico.
El Hipotálamo recibe aferencias multimodales del Tronco Cerebral entre las que se encuentran los axones del Locus Coeruleus (Noradrenérgico) y de los Núcleos del Rafe (Serotoninérgico) que le envían información relacionada con el control del nivel de atención.
El Locus Coeruleus y los núcleos del Rafe presentan dos particularidades:
1. Envían eferencias a la corteza cerebral sin pasar por el tálamo
2. Envían eferencias a toda la corteza cerebral pero sólo reciben aferencias del Sistema Límbico. Si su función es la de modular el nivel de atención, entonces prestamos más atención a aquellos estímulos del medio ambiente que son emocionalmente más relevantes.


¡No toda la información que llega al Hipotálamo es sináptica!

El Sistema Nervioso Central es un exclusivo “bario cerrado” cercado por la Barrera Hemato-Encefálica. Esta barrera, con funciones protectoras, evita el contacto directo entre las neuronas y las moléculas sanguíneas.
Pero el Hipotálamo, al igual que un puñado de otras áreas del SNC, requiere de dicho contacto con la sangre para cumplir con sus funciones de regulación de la homeostasis.

Los Órganos Circunventriculares (OCV) son áreas quimio-sensitivas que no tienen Barrera Hematoencefálica (BHE).

El Hipotálamo, la glándula Pineal, el Área Postrema y el Órgano Subfornicial son todos Órganos Circunventriculares
[2].
Por lo tanto las neuronas de éstos Órganos son las únicas que tienen acceso directo a las moléculas sanguíneas. Es de esta manera que las hormonas influencian por retroalimentación negativa o positiva la actividad del Sistema Nervioso Central a través de sus acciones sobre neuronas de los OCV.

Recordemos que la glándula Pineal era el centro del alma para Descartes.

El Área Postrema es un OCV conectado con el núcleo del Tracto Solitario. Esta área quimiosensitiva detecta cambios químicos sanguíneos convirtiéndolos en señales bioeléctricos en el Núcleo del Tracto Solitario. El Área Postrema regula la ingesta y el reflejo del vómito.

El Órgano Subfornicial es un intermediario entre la “periferia” y el Hipotálamo en la regulación de los líquidos corporales.

El Hipotálamo se comporta como un verdadero “Reloj Biológico” debido a que su núcleo Supraquiasmático organiza temporalmente los procesos hormonales, homeostáticos y conductuales.
A estas variaciones de las funciones corporales a lo largo del día se los denominan Ritmos Circadianos y están sincronizados con el ciclo día – noche por los estímulos lumínicos.

Las proyecciones eferentes (sinápticas y/o hormonales) hipotalámicas controlan las funciones homeostáticas, conductuales y neuroendocrinas.

El Hipotálamo está conectado con el lóbulo posterior de la Hipófisis mediante la vía Tubero-Hipofisaria.
Esta vía, mediante el transporte axoplasmático, lleva a la Oxitocina y a la Vasopresina hacia la Neuro-Hipófisis para liberarlas luego hacia la circulación.
Células hipotalámicas neuro-secretoras proyectan axones hacia la Eminencia Media. Sus axones liberan en la Adenohipófisis Factores liberadores de Gonadotrofinas, de Corticotrofina, de Hormona de Crecimiento y de Tirotrofina además de la Somatostatina.y la Dopamina.


Función Reproductiva

La producción de los óvulos y los espermatozoides dependen del eje Hipotálamo – Hipofisario. Además el Hipotálamo es fundamental en la expresión de las conductas de copulación.

Los núcleos hipotalámicos relacionados con la función reproductiva presentan un dimorfismo sexual
[3].

La región Preóptica, que participa en el control de la conducta sexual masculina (erección y eyaculación), tiene un tamaño dos veces superior en el hombre con respecto al de la mujer.

El Núcleo hipotalámico ventromedial, relacionado con la conducta sexual femenina, es de mayor volumen que en los hombres.

Estas diferencias intersexuales hipotalámicas dependen de la exposición perinatal a andrógenos o a estrógenos.
O sea que el género sexual del cerebro está determinado en parte por el medio hormonal que lo rodea durante un Período Crítico del desarrollo.

Es interesante destacar que la citoarquitectura del Hipotálamo rostral es diferente entre hombres homo y heterosexuales.


Hipotálamo y Sistema Nervioso Autónomo

El Hipotálamo regula al Sistema Nervioso Autónomo mediante proyecciones que envía hacia núcleos simpáticos y parasimpáticos en el Tronco Cerebral y la Médula Espinal.
El Hipotálamo, a través del Sistema Nervioso Autónomo y el sistema Neuroendocrino, regula al sistema Inmunológico.
Las células inmunitarias del Bazo son influenciadas en forma directa por contactos “tipo sinapsis” de neuronas noradrenérgicas simpáticas.
Por otra parte el Hipotálamo es profundamente influenciado por las citoquinas (hormonas del sistema inmunitario) y se supone que dicha influencia es la responsable de la sensación de “enfermedad” que tenemos durante las patologías infecciosas e inflamatorias.
Se supone que el Hipotálamo estaría relacionado con las inmunodeficiencias observadas en pacientes que sufren depresiones psicológicas graves.
¡El argumento de muchísimas novelas, poesías y óperas (“morir de amor”) obtiene así su explicación fisiopatológica!
El Hipotálamo caudal está relacionado con el despertar ya que proyecta en forma difusa axones Histaminérgicos a toda la corteza cerebral activándola.
Éste sería el motivo por el cual los medicamentos con antihistamínicos que pasan la Barrera Hemato-Encefálica causan somnolencia.
El Núcleo Supraquiasmático, el reloj circadiano, también regula el ciclo sueño – vigilia.

La región hipotalámica preóptica, que posee neuronas termo-sensibles, integra respuestas fisiológicas y conductuales relacionadas con la termorregulación corporal. El control termo-regulatorio hipotálamico se lleva a cabo mediante respuestas autonómicas.
El Núcleo Supraquiasmático se encarga de las variaciones circadianas de la temperatura corporal.
La región Preóptica está relacionada con la génesis de la Fiebre.
Las Citoquinas circulantes, a través de los OCV, generan fiebre por activación del área Preóptica.

El Hipotálamo, a través de la regulación de la sed, está íntimamente relacionado con la homeostasis de los fluidos.
El Hipotálamo responde ante:
* La deshidratación corporal: Mediante neuronas hipotalámicas osmo-sensibles
* Los cambios del volumen sanguíneo: Mediante neuronas hipotalámicas que reciben aferencias de preso-receptores en la circulación.

Diferentes grupos neuronales hipotalámicos regulan la ingesta de los alimentos. Dicha regulación depende de la información que recibe el Hipotálamo del Tubo Digestivo y de los depósitos de Hidratos de Carbono y Lípidos.
La llegada de comida al tubo Digestivo influencia al Hipotálamo a través de dos vías:
* Mediante el aumento de hormonas circulantes, como la Insulina, que a través de receptores específicos en el núcleo Arcuato modifica la descarga del Hipotálamo.
* A través de la activación de preso y quicio-receptores en la pared del tubo digestivo que comunican esta información al Núcleo troncal del Tracto Solitario, que a su vez envía sus proyecciones al Hipotálamo.

La Leptina es una hormona peptídica que se sintetiza primariamente en tejido adiposo en respuesta a un aumento del nivel de grasas acumuladas.
En el hipotálamo la Leptina se une a receptores específicos que aumentan la permeabilidad al K y causan PIPS (hiperpolarización).
Esto produce en el individuo una sensación de saciedad y detiene la ingesta. O sea que la Leptina actuaría como un mecanismo de retroalimentación negativa.

El Núcleo Supraquiasmático regula la organización temporal de las comidas.


ORGANIZACIÓN DEL SISTEMA NERVIOSO AUTÓNOMO

Visiones del Sistema Nervioso Autónomo

“El Sistema Nervioso Autónomo es el responsable de la sabiduría del cuerpo”. Cannon.
“La vida depende de la inervación visceral, todo lo restante es un lujo biológico”. Nauta
“Esta automatización del SNA libera al individuo de las tareas diarias de ama de casa corporales”. Powley


Terminología de la Neurociencia Autonómica

* Nervio Vago: Un nervio “Vagabundo”
* Simpatía (Galeno): Coordinación neuronal de las vísceras
Simpatético (Ilíada de Homero): Sistema Nervioso visceral relacionado con las “simpatías” o Emociones.
Autonómico: Autogobierno.
Sinónimos de Sistema Nervioso Autónomo: Involuntario, Automático, Visceral, Animal


Función del Sistema Nervioso Autónomo

La función primordial del Sistema Nervioso Autónomo es la regulación de la Homeostasis, o sea lograr la constancia del medio interno, que es clave para la supervivencia de los organismos complejos.
El Sistema Nervioso Autónomo, junto con el Sistema Endocrino, orquestan los ajustes continuos de la bioquímica sanguínea, respiración, circulación, digestión y el sistema inmunológico para proteger la integridad del medio interno.
Con este fin el Sistema Nervioso Autónomo está conectado con el músculo liso de las vísceras huecas como el corazón, bronquios, tubo digestivo, genitales, tracto urinario, vasos sanguíneos, glándulas y piel.

Los ajustes autonómicos tienen una característica primordial que es la gran velocidad de su actividad refleja en comparación con la lentitud (minutos, horas, días o hasta estaciones) de los ajustes endocrinos.
Un ejemplo de la importancia de esta velocidad de ajuste autonómico se observa en una patología como lo es la hipotensión ortostática. En ella los cambios bruscos de posición (de acostado a sentado) no son acompañados por cambios autonómicos lo suficientemente rápidos de la tensión arterial y el paciente se siente mareado, débil y puede hasta desmayarse.
Podríamos decir que los ajustes homeostáticos autonómicos se anticipan a la perturbación y así la compensan.
El Sistema Nervioso Autónomo está íntimamente ligado a los cambios circulatorios.
Cada vez que pensamos se produce un aumento de la irrigación cerebral regulado por el Sistema Nervioso Autónomo.
También la erección masculina es un “fenómeno” circulatorio modulado por el Sistema Nervioso Autónomo.

El SNA tiene una naturaleza autónoma o inconsciente. Rara vez somos concientes de los continuos ajustes reflejos del SNA para mantener la homeostasis corporal.
Su vida ya es bastante complicada teniendo que leer estas aburridísimas páginas y estudiar fisiología. ¡Imagínese qué caótico sería que además, en forma simultánea a la lectura, usted debiera preocuparse en forma conciente de recibir y enviar señales hacia los pulmones, bronquios, corazón, vejiga, estómago, intestinos, vesícula biliar y un largísimo etcétera!
El SNA se hace cargo automáticamente de todas estas decisiones permitiendo que nuestra conciencia se focalice en lo conductual y en lo psicomotor.


Sistema Nervioso Autónomo Motor

El SNA eferente se divide tradicionalmente en el Sistema Nervioso Simpático y el Parasimpático.
Ambos sistemas eferentes están compuestos por una neurona preganglionar (que va desde la médula hasta un ganglio nervioso) y una neurona postganglionar (que va desde un ganglio nervioso hasta la víscera a inervar).
El Sistema Simpático y el Parasimpático llevan a cabo ajustes homeostáticos de características opuestas:
* El Simpático se encarga de las respuestas viscerales relacionadas con las situaciones de “Luchar o Huir”
* El Parasimpático se encarga de las respuestas viscerales relacionadas con las situaciones de Reposo y Digestión.
Estos ajustes del Sistema Simpático y Parasimpático son complementarios: Esto quiere decir que cuando uno aumenta su descarga el otro la disminuye (situación análoga a nuestra utilización del freno y el acelerador en el auto).

El Sistema Nervioso Simpático está relacionado con la preparación del cuerpo para la actividad, ya que sus respuestas producen gasto de energía, activan funciones catabólicas y ajustes cardio-pulmonares para una actividad intensa.

Es importante destacar que el SNA tiene respuestas que se generan en forma inmediata y sin una evaluación Cognitiva previa.

El Sistema Nervioso Autónomo no actúa solamente en situaciones de estrés, también mantiene diferentes tipos de tono operativo durante el reposo: control tónico de la frecuencia cardiaca, actividad visceral durante el sueño y regula la “coreografía” autonómica postprandial.

Se debe considerar a la Médula Adrenal como un ganglio prevertebral modificado ya que está compuesto por neuronas “circuncidadas” (¡No tienen axón!).
La Médula Adrenal funciona como una glándula endocrina que libera Noradrenalina y Adrenalina a la sangre actuando así como un amplificador tardío y difuso de las acciones locales del Sistema Simpático.
El Sistema Parasimpático actúa fundamentalmente como un conservador de Energía reduciendo el gasto energético y aumentando el depósito de energía.

Para conseguir estos objetivos:
* Promueve los procesos intestinales de digestión y absorción de nutrientes.
* Aumenta el uso eficiente de la energía.
* Incrementa el depósito de calorías extra como grasa.
* Aumenta la eficiencia en la ganancia de calorías.
* Dificulta la pérdida de peso ante situaciones de ayuno.

Estos son mecanismos adaptativos que han permitido el éxito en la supervivencia para el hombre de las cavernas cuando había escasez de alimentos.
Pero esta eficiencia compensadora parasimpática es la causa de las variaciones de peso en forma de “yo - yo” en las personas que se someten a repetidas dietas estrictas.
Ante esta circunstancia de “ayunos” repetidos el parasimpático actúa aumentando su eficiencia. Esto aumenta la facilidad con la que la persona gana peso y dificulta su pérdida, explicando por qué estas personas luego de varias dietas terminan con un peso aún mayor al que tenían al iniciar la primera dieta.


Sistema Entérico

El Sistema Autónomo Entérico es considerado la tercera división del SNA (además del Simpático y el Parasimpático).
Está compuesto por los plexos que se disponen a lo largo de las paredes viscerales del tubo gastrointestinal. Está inervado fundamentalmente por el Nervio Vago.
El Sistema Entérico está compuesto por un número de neuronas superior al de la Médula Espinal.
Debido al extenso número de neuronas que lo componen, a la gran cantidad de conexiones que posee y a su capacidad de generar la motilidad intestinal en forma autónoma, algunos consideran al Sistema Entérico como un “pequeño” Cerebro intestinal.


Sistema Nervioso Autónomo Sensorial

En general la literatura neurofisiológica sufre de una “amnesia” sobre la porción sensorial del SNA ya que sólo habla sobre sus funciones eferentes.
El SNA aferente tiene una gran importancia clínica. Como ejemplos podemos citar el dolor de la úlcera gástrica, el dolor oncológico y hasta la misma lumbo-ciatalgia que son la expresión de trastornos de la plasticidad neuronal del SNA sensorial.


Farmacología del Sistema Nervioso Autónomo

Tanto las neuronas preganglionares del Sistema Parasimpático como las del Simpático utilizan como neurotransmisor (NT) a la Acetilcolina que actúa sobre receptores postsinápticos nicotínicos.

Las neuronas postganglionares Simpáticas utilizan como neurotransmisor a la Noradrenalina que actúan sobre receptores postsinápticos alfa y beta adrenérgicos.

Las neuronas postganglionares Parasimpáticas utilizan como neurotransmisor a la Acetilcolina que actúa sobre receptores postsinápticos muscarínicos.

Pero este código químico de respuesta del Sistema Nervioso Autónomo es más complicado que un simple sistema binario.
Su complejidad aumenta debido a que:
* Cada uno de estos neurotransmisores puede actuar sobre múltiples subtipos diferentes de receptores.
* En múltiples terminales presinápticos hay más de un tipo de neurotransmisor.

En las sinapsis con cotransmisión el segundo neurotransmisor suele ser un neuropéptido (metabotrópico) que actúa como modulador variando las respuestas postsinápticas al NT (ionotrópico) con el que contransmite.


Control Diencefálico del Sistema Nervioso Autónomo

El Sistema Nervioso Autónomo NO actúa solamente en forma refleja. Es también controlado y coordinado por estructuras diencefálicas como el Hipotálamo.
Ejemplos de este control son:
* La coordinación de reflejos autonómicos durante la digestión.
* La coordinación entre las acciones del Sistema Simpático y el Sistema Parasimpático
* La sincronización entre las acciones del Sistema Nervioso Autónomo y el Sistema Somático para la regulación de la Tensión Arterial durante los cambios posturales
* Las respuestas autonómicas en las conductas de anticipación antes del inicio del ejercicio.


Sistema Límbico y control visceromotor central

El complejo Amigdalino, la Formación Hipocámpica, el Gyrus Cingular y la corteza Orbito-Frontal forman parte de las estructuras límbicas relacionadas con el control central visceral a través de sus conexiones con el Hipotálamo.
El Sistema Límbico como control central del SNA (y su función de procesamiento emocional) explica el hecho que el Sistema nervioso Autónomo sea el mediador de la expresión de reacciones emocionales como el miedo y la furia durante las respuestas de lucha y huida.


Sistema Nervioso Autónomo y Enfermedad

El exceso de activación del Sistema Nervioso Autónomo durante las situaciones de estrés crónico está íntimamente relacionado con diferentes cuadros clínicos como la Úlcera Gástrica, la Colitis, Hipertensión Arterial, Infarto de Miocardio, Dismenorrea (trastornos del ritmo menstrual), etc.
La hipofunción autonómica está ligada a la Hipotensión Postural (cuando hay cambios bruscos de posición la persona se marea debido a que no hay un aumento adecuado de la presión arterial).
Trastornos de los centros autonómicos del Bulbo están relacionados con la Muerte súbita infantil y la Apnea del Sueño.
La Diabetes, el Alcoholismo y el SIDA lesionan el SNA causando una polineuropatía autonómica.


Futuro del Concepto del Sistema Nervioso Autónomo

En la próxima década el concepto del Sistema Nervioso Autónomo como una estructura puramente eferente y dividida en dos subsistemas probablemente se modificará.

Esto se debe a que:
- El SNA también tiene un importante componente aferente.
- La división entre Sistema Simpático y Parasimpático se complica en base a los siguientes hallazgos:
* La existencia de neuronas autonómicas que no son ni noradrenérgicas ni colinérgicas (por ejemplo neuronas con neurotransmisores purinérgicos como el ATP).
* Neuronas autonómicas con un gas (Óxido Nítrico) como neurotransmisor.
* Terminales sinápticos con cotransmisión con Neuropéptidos.


[1] Como vemos Galeno y su teoría “humoral” todavía “sobrevive” en nuestro argot médico.
[2] Su denominación proviene del hecho de que están todos ubicados en las proximidades del sistema ventricular.
[3] El dimorfismo sexual es la existencia de diferencias físicas entre los sexos además de las diferencias existentes entre sus órganos sexuales. El dimorfismo sexual cerebral es la diferencia entre el macho y la hembra de una misma especie en su cerebro y en las funciones que este realiza.

martes, 1 de septiembre de 2009

Destruyendo las leyes de Murphy: Ocho principios para evadir los desastres durante las presentaciones.


“Cualquier cosa que pueda ir mal,... irá mal”. Ley de Murphy.

Leyes de Murphy para las presentaciones Power Point

* Todo requiere más tiempo del que prevés.
* En el Power Point sólo se estropean las diapositivas más importantes.
* En una presentación de Power Point cualquier problema sencillo se convierte en insalvable
* Cuando más importante sea la presentación que estás guardando, más probabilidades hay de que se rompa el disco rígido.
* Los aparatos electrónicos fallarán en el momento más inconveniente.
* Nada sale tal y como está previsto.
* Cualquier presentación que empieza bien, acaba mal. Cualquier presentación que empiece mal, acaba peor.
* Cuando aprendes una versión de Power Point esta ya es obsoleta.
* Si tu presentación no funcionó, revisa la parte que te parecía que no era importante.
* Todo el mundo que hace una presentación tiene un plan que no funcionará.
* Si archivas bien un Power Point siempre sabrás donde está, pero nunca lo necesitarás. Si no lo archivas bien, lo necesitarás pero no sabrás nunca donde está.
* No hay ninguna presentación tan sencilla que no se pueda hacer mal.
* Nunca te escucha nadie, hasta que te equivocas.
* El primer 80% de la presentación se hace en el 20% del tiempo, y el último 20% en el 80% restante.
* ¡SONRÍE!!!!!!... La próxima presentación será peor.
* Equivocarse es humano, pero para complicar las cosas es necesaria una computadora.
* Los errores indetectables son infinitos, mientras que los detectables son, por definición, finitos.
* Todo objeto inanimado, independientemente de su composición o configuración, puede producir en cualquier momento, de modo totalmente inesperado y por razones que permanecerán siempre oscuras y misteriosas, actos perversos en contra de nuestros deseos y proyectos.


1. ¡Si no puede hacerlo sin él, asegúrese que no tendrá que hacerlo!
Lleve SIEMPRE su propio equipo. Si tiene una laptop y/o un cañón de proyección en los que preparó la presentación, usted sabe que funcionan. Son portátiles, ¡llévelos!
A veces tendrá que usar lo que tenga a mano, pero cuando pueda usar lo que sabe que funciona, ¡tendrá mejores resultados!
Lleve un respaldo tecnológico y un soporte no tecnológico.
Copie un CD de su presentación (y llévelo en un lugar diferente que su laptop). Suba una copia de su Power Point a su mail (si es el Gmail mejor).
La regla de todas las reglas en lo referente a los recursos tecnológicos: NUNCA acuda a una clase armado exclusivamente del material que utilizará desde el aparato.
En otras palabras, guarde en su cartera una alternativa. Lo cierto es que suele ocurrir que el aparato deja de funcionar de forma misteriosa en el momento que más lo necesita.
Para un soporte no tecnológico imprima sus apuntes de la presentación ya que su audiencia aún querrá escuchar lo que usted tiene para decirles aún cuando la computadora no funcione.
Tenga copias de sus diapositivas, tenga “copias” de su equipo técnico crítico, tenga “copias” de su equipo humano. ¡Tenga copias!
La moraleja de la historia es: ¡Esté preparado!

2. TODA respuesta racional a “¿Qué es lo peor que me puede pasar?” es, casi con toda seguridad, equivocada.
Esto se debe fundamentalmente al hecho de que las cosas que pueden funcionar mal no están limitadas a un requerimiento racional. ¡Pregúntele a Wall Street! Y además NO se olvide que la persona que está haciendo esta pregunta, usualmente, ¡NO desea conocer la respuesta real!

3. Si su práctica es como el hecho real entonces el hecho real parecerá como una práctica.
Este es el motivo por el cual se utiliza munición verdadera en el campo de entrenamiento de reclutas.

4. Es MUCHO más fácil destruir algo por accidente que crear algo a propósito.
Tenga MUCHO cuidado con el equipamiento frágil, electricidad, calles mojadas y, lo más importante, con la tecla delete.
Especialmente mientras pasa toda la noche sin dormir. También querrá buscar agresivamente formas de eliminar lo máximo posible de lo accidental de su proceso.

5. El mapa no es el territorio.
Ya sea un salón de conferencias o de una universidad, el diagrama provisto por la sede o la organización no revelará nada que necesite saber (no importa cuan detallado o preciso sea).

6. Si no llega temprano, llegó tarde.
Llegue temprano, realmente temprano, para poder ver el salón, preparar los aspectos logísticos y técnicos, revisar que todo funcione y que los materiales están.
Un simple problema que ordinariamente no requiere nada más que tiempo para arreglarlo puede convertirse en un error fatal cuando no se dispone de tiempo.
También para estar ahí. Cuando se trata de una clase o disertación me sucede como cuando voy a dormir. Para dormir bien no puedo acostarme nada más llegar de la calle sino que necesito descansar unos minutos en la cama, respirar, leer algo y calmarme. Con las clases me sucede algo parecido, necesito “adaptarme al lugar”.
En este sentido “apropiarse del espacio” proporciona seguridad y tranquilidad.
Finalmente, si llega temprano, es usted quien recibe a los asistentes, y no ellas o ellos los que lo esperan impacientes (y más aún si llega tarde y corriendo).

7. Las maneras de hacerlo bien son pocas, ¡las maneras de hacerlo mal son infinitas!
SIEMPRE es posible que una sucesión de múltiples decisiones muy pequeñas y aparentemente sin importancia, puedan llevar a un fracaso importante. Tenga cuidado cuando parece que una decisión o elección puede ser hecha de manera informal o indiferente.

8. Existencia NO es lo mismo que adecuación.
Tener algo y tener algo adecuado a mano y funcionando, son dos cosas TOTALMENTE diferentes.
NO le pregunte al organizador solamente si tiene lo que necesita, ¡obtenga detalles! SIEMPRE vaya y controle en persona de ser posible.

9. Todo el mundo sabe que ensayar es esencial, pero nadie sabe cómo ensayar lo que es esencial.
Un ensayo exitoso es más que un orador practicando las palabras, la voz, el ritmo, los movimientos y los gestos.
También debe incluir los elementos entre bastidores, fácilmente pasados por alto, que necesitan ser ejecutados en forma correcta y al unísono con el presentador.
¿Por qué es tan tentador en enfocar TODO el precioso tiempo y energía del ensayo SÓLO en lo que está haciendo el presentador?
Tal vez porque lo que está pasando “en escena” es el elemento más visible de toda la presentación. Tal vez porque la persona que estará dando la presentación es usualmente la persona más preocupada en el salón. ¡ENSAYE, ENSAYE y ENSAYE!