martes, 1 de septiembre de 2009

Destruyendo las leyes de Murphy: Ocho principios para evadir los desastres durante las presentaciones.


“Cualquier cosa que pueda ir mal,... irá mal”. Ley de Murphy.

Leyes de Murphy para las presentaciones Power Point

* Todo requiere más tiempo del que prevés.
* En el Power Point sólo se estropean las diapositivas más importantes.
* En una presentación de Power Point cualquier problema sencillo se convierte en insalvable
* Cuando más importante sea la presentación que estás guardando, más probabilidades hay de que se rompa el disco rígido.
* Los aparatos electrónicos fallarán en el momento más inconveniente.
* Nada sale tal y como está previsto.
* Cualquier presentación que empieza bien, acaba mal. Cualquier presentación que empiece mal, acaba peor.
* Cuando aprendes una versión de Power Point esta ya es obsoleta.
* Si tu presentación no funcionó, revisa la parte que te parecía que no era importante.
* Todo el mundo que hace una presentación tiene un plan que no funcionará.
* Si archivas bien un Power Point siempre sabrás donde está, pero nunca lo necesitarás. Si no lo archivas bien, lo necesitarás pero no sabrás nunca donde está.
* No hay ninguna presentación tan sencilla que no se pueda hacer mal.
* Nunca te escucha nadie, hasta que te equivocas.
* El primer 80% de la presentación se hace en el 20% del tiempo, y el último 20% en el 80% restante.
* ¡SONRÍE!!!!!!... La próxima presentación será peor.
* Equivocarse es humano, pero para complicar las cosas es necesaria una computadora.
* Los errores indetectables son infinitos, mientras que los detectables son, por definición, finitos.
* Todo objeto inanimado, independientemente de su composición o configuración, puede producir en cualquier momento, de modo totalmente inesperado y por razones que permanecerán siempre oscuras y misteriosas, actos perversos en contra de nuestros deseos y proyectos.


1. ¡Si no puede hacerlo sin él, asegúrese que no tendrá que hacerlo!
Lleve SIEMPRE su propio equipo. Si tiene una laptop y/o un cañón de proyección en los que preparó la presentación, usted sabe que funcionan. Son portátiles, ¡llévelos!
A veces tendrá que usar lo que tenga a mano, pero cuando pueda usar lo que sabe que funciona, ¡tendrá mejores resultados!
Lleve un respaldo tecnológico y un soporte no tecnológico.
Copie un CD de su presentación (y llévelo en un lugar diferente que su laptop). Suba una copia de su Power Point a su mail (si es el Gmail mejor).
La regla de todas las reglas en lo referente a los recursos tecnológicos: NUNCA acuda a una clase armado exclusivamente del material que utilizará desde el aparato.
En otras palabras, guarde en su cartera una alternativa. Lo cierto es que suele ocurrir que el aparato deja de funcionar de forma misteriosa en el momento que más lo necesita.
Para un soporte no tecnológico imprima sus apuntes de la presentación ya que su audiencia aún querrá escuchar lo que usted tiene para decirles aún cuando la computadora no funcione.
Tenga copias de sus diapositivas, tenga “copias” de su equipo técnico crítico, tenga “copias” de su equipo humano. ¡Tenga copias!
La moraleja de la historia es: ¡Esté preparado!

2. TODA respuesta racional a “¿Qué es lo peor que me puede pasar?” es, casi con toda seguridad, equivocada.
Esto se debe fundamentalmente al hecho de que las cosas que pueden funcionar mal no están limitadas a un requerimiento racional. ¡Pregúntele a Wall Street! Y además NO se olvide que la persona que está haciendo esta pregunta, usualmente, ¡NO desea conocer la respuesta real!

3. Si su práctica es como el hecho real entonces el hecho real parecerá como una práctica.
Este es el motivo por el cual se utiliza munición verdadera en el campo de entrenamiento de reclutas.

4. Es MUCHO más fácil destruir algo por accidente que crear algo a propósito.
Tenga MUCHO cuidado con el equipamiento frágil, electricidad, calles mojadas y, lo más importante, con la tecla delete.
Especialmente mientras pasa toda la noche sin dormir. También querrá buscar agresivamente formas de eliminar lo máximo posible de lo accidental de su proceso.

5. El mapa no es el territorio.
Ya sea un salón de conferencias o de una universidad, el diagrama provisto por la sede o la organización no revelará nada que necesite saber (no importa cuan detallado o preciso sea).

6. Si no llega temprano, llegó tarde.
Llegue temprano, realmente temprano, para poder ver el salón, preparar los aspectos logísticos y técnicos, revisar que todo funcione y que los materiales están.
Un simple problema que ordinariamente no requiere nada más que tiempo para arreglarlo puede convertirse en un error fatal cuando no se dispone de tiempo.
También para estar ahí. Cuando se trata de una clase o disertación me sucede como cuando voy a dormir. Para dormir bien no puedo acostarme nada más llegar de la calle sino que necesito descansar unos minutos en la cama, respirar, leer algo y calmarme. Con las clases me sucede algo parecido, necesito “adaptarme al lugar”.
En este sentido “apropiarse del espacio” proporciona seguridad y tranquilidad.
Finalmente, si llega temprano, es usted quien recibe a los asistentes, y no ellas o ellos los que lo esperan impacientes (y más aún si llega tarde y corriendo).

7. Las maneras de hacerlo bien son pocas, ¡las maneras de hacerlo mal son infinitas!
SIEMPRE es posible que una sucesión de múltiples decisiones muy pequeñas y aparentemente sin importancia, puedan llevar a un fracaso importante. Tenga cuidado cuando parece que una decisión o elección puede ser hecha de manera informal o indiferente.

8. Existencia NO es lo mismo que adecuación.
Tener algo y tener algo adecuado a mano y funcionando, son dos cosas TOTALMENTE diferentes.
NO le pregunte al organizador solamente si tiene lo que necesita, ¡obtenga detalles! SIEMPRE vaya y controle en persona de ser posible.

9. Todo el mundo sabe que ensayar es esencial, pero nadie sabe cómo ensayar lo que es esencial.
Un ensayo exitoso es más que un orador practicando las palabras, la voz, el ritmo, los movimientos y los gestos.
También debe incluir los elementos entre bastidores, fácilmente pasados por alto, que necesitan ser ejecutados en forma correcta y al unísono con el presentador.
¿Por qué es tan tentador en enfocar TODO el precioso tiempo y energía del ensayo SÓLO en lo que está haciendo el presentador?
Tal vez porque lo que está pasando “en escena” es el elemento más visible de toda la presentación. Tal vez porque la persona que estará dando la presentación es usualmente la persona más preocupada en el salón. ¡ENSAYE, ENSAYE y ENSAYE!

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